VACUNA

Bueno es inevitable que hable del tema en boga en ginecología en la actualidad, la vacuna del papiloma humano (VPH) para la prevención del cáncer cervical en mujeres españolas.

No es que no esté a favor de esta vacuna, es que no lo estoy de ninguna salvo, lugares con un problema grave sobre un tema en concreto. Y no estoy a favor porque desde mi visión homeopática unicista (me molesta poner esto pero con el lío que existe es inevitable) y tradicional las vacunas en muchas personas suscitan un terreno predisponerte para padecer ciertos desordenes energéticos que determinan un modo de enfermar (la cosa es compleja para explicitarla pero os aseguro es real, tan real como las enfermedades de transmisión sexual)

Bueno y parece que ese es el problema real: las ETS que en estos momentos vuelven a estar en auge, incluso las que parecían que ya iban en declive: sífilis, gonorrea. Mi hijo que tiene 20 años y que nunca lee este blogspot, de las visicitudes que me cuenta de sus colegas –estudiante de medicina en una facultad de un 85% de mujeres-, se puede deducir que o no se tienen coitos o no se tiene límites con este tema y por tanto parece que las medidas de profilaxis no están del todo asumidas. No es que sea una calamidad exponerse a una interrupción voluntaria de la gestación
–hoy en día todo el mundo es muy resolutivo- sino que además parece que existe (aún en ámbitos universitarios) cierta amnesia para la práctica de actitudes de riesgo al hablar de sexualidad.

En mi consulta lo que puedo ver es que los condilomas acuminados están en auge y que parece no es fácil romper su propagación pues con solamente un contacto he conocido a más de una mujer que se ha infectado. (Ese terreno predisponerte es lo más preocupante, pues homeopáticamente a veces la resolución es rápida y otras más compleja)
El tema vírico siempre ha sido un tema controvertido para la prescripción alopática pues exige medicamentos “con gran capacidad de destrucción” (recuerdo el controvertido tema del SIDA)
Y muchas veces otras medidas terapéuticas más drásticas.

En realidad no solo se plantea una moratoria para el Estado español en referencia a la necesidad de someter a todas las mujeres adolescentes a la vacunación sea por su alto coste económico: parece que cuesta 464,58 euros por persona; sino también porque el desarrollo de la evolución del cáncer cervical es de mínimo 30 años, por la baja incidencia, por que la vacuna es selectiva a unos serotipos del virus y no a todos los capaces de producir la neoplasia; por no conocer la duración de la inmunogenicidad –duración-, o sea hay polémica servida.

Lo prudente es negarse a exponerse a una nueva experiencia inmunológica y tratar de tener medidas de control y de prevención en las prácticas sexuales, aunque no sé si ninguna de estas perspectivas son muy vanguardistas y posibles.

Cabe recordar que las campañas de tratamiento para la terapia hormonal sustitutoria también se han demostrado de riesgo y se siguen proponiendo.