QUE ÉS LA VIDA SINÓ UN BATEC D'AMOR ( QUE ES LA VIDA SI NO UN LATIDO DE AMOR )

domingo, febrero 26, 2006



Juventud desorientada

Me hago con el titular aparecido en "El País" del 23 de Febrero escrito por Jordi García-Petit para empezar esta reflexión.

En realidad la motivación hoy surge de mis intentos docentes sobre la educación afectivo-sexual a adolescentes. A veces creo que ellos lo que tienen es demasiada desinformación y pocas referencias y también creo que todo el mundo se hace mucho problema con el tema de la sexualidad.

En un escenario donde: los vínculos cada dia son más escasos, el consumismo más imperante, la juventud más loada y el ocio más sagrado, el resultado de la puesta en escena es: no hay tiempo de nada, pues todo esta lleno y nadie sabe de que; cada día que pasa forma parte de nuestra vida y nadie se da cuenta de que la edad podría ser fuente de sabiduria y no solo de ingesta de fármacos para olvidarse de todo; que la educación es un abrirse puertas donde hay estructura y por tanto de ser lo mejor de nosostros mismos; donde la diversidad no obligatoriamente quiere decir destrucción o arbitrariedad y donde las relaciones no son solo el resultado de las propias necesidades puestas en público, sino que pueden ser puentes, ligazones, referencias personales vitales e importantes. Nos invade la época del usar y tirar (como si la basura fuese invisible).

Los adolescentes realmente están desorientados pues parece que olvidan que se hayan en ese intervalo de la vida donde navegan entre la infancia y la edad adulta y que ello ocurre en su vida con distintos registros tanto corporales, como emotivos, como intelectuales, como pulsionales.

La sexualidad es un fuego que se despierta en esta época como preambulo primaveral de posibilidades corporales, de conocimiento y de desarrollo. Presagio de un nuevo circulo donde la procreación podrá o no ser una realidad pero es una posibilidad referida a la naturaleza humana.

La sexualidad es algo de la vida que se refiere a la intimidad, a lo privado, a lo personal y que requiere atención, escucha y acogida para poder vivirse y que nos permita gozar más de nuestra vida; pero muchas veces acaba siendo un terreno morboso (pulsiones desenfrenadas), caótico (información y visiones desvirtuadas), prejuicioso ( groseramente esteriotipado) y peligroso (enfermedades de transmisión sexual y abortos).

La educación no consiste en mostrar, demostrar o definir, no es un problema de "indormación" sino de poder manejarse con lo que le sucede a cada uno, con su cuerpo, con sus cambios y con los que le rodean que inevitablemente suscitan impulsos de atracción y de comunicación.

El otro día leía que el coíto tenía referencias primordiales en el ser humano por su vinculación a la naturaleza o a los mamiferos y no siendo yo, profundamente biologista, lo que si me parece claro es que el lenguaje que nos define como humanos no puede desvincularnos de la tradición donde para que nazca otro ser humano es preciso la unión carnal (y yo diría muchas veces espíritual) de dos: una mujer y un hombre. Evidentemente cada una/o podra utilizar el lenguaje como desee, pero si ello comporta una novedad desarraigante de uno mismo, desconocimiento por exceso de palabras sin sentido o delirios de fantasmas que vehiculan lo imaginario, es que el lenguaje no nos hace honor al intelecto, sino nos situa en el espacio de mayor violencia a nosotros mismos.