QUE ÉS LA VIDA SINÓ UN BATEC D'AMOR ( QUE ES LA VIDA SI NO UN LATIDO DE AMOR )

martes, septiembre 16, 2008

VOCES DISONANTES

Me gustaría que la connotación de disonancia no obligara a pensar directamente en una cierta perdida de armonía, sino en otra melodía en cierto acorde con la música, o mejor dicho con el estilo de música que se quiere recrear, como por ejemplo tomo el jazz como modelo de libertad, creatividad en una pauta y un estilo musical; pero no encuentro las palabras adecuadas.

Y empiezo así, porque me gustaría reflexionar sobre algunos de mis comentarios públicos: “que hemos perdido oportunidades de hacernos ver “(pero como profesionales de nivel y no en nuestra apariencia camaleónica), “de recoger bagaje profesional “(no de curiosidades personales e individuales, sino de experiencia clínica), “de aglutinar un modus propio y unas habilidades únicas de “control”, seguimiento, ojo clínico, pericia manual” (no solamente abogar por no hacer nada que sea contrario a los deseos de las mujeres) pues nuestro sentido de ser y necesidad profesional debería basarse en una actitud de servicio para que con nuestro quehacer la realidad fuese lo más cercana posible al equilibrio, me refiero también a una prácticamente nula morbi-mortalidad materna y fetal en el tema procreativo y a un aumento de la conciencia, percepción, responsabilidad en el tema afectivo-sexual y ginecológico.

No puede ser que nos plagien en una caricatura de nosotras y de las propias redes femeninas de apoyo; que nos obvien en las políticas de este país sobre la realidad de ciertas iniciativas (sin medios, con las mismas cargas asistenciales, sin criterios de compromiso). Algunas gestoras de nuestra profesión no han elaborado la misma actitud de servicio a su profesión que a su propio currículo, liderando la falta de visión a un lustro (mínimo) que hubiera sido preciso para intentar enmendar situaciones de futuro fundamentales para nuestra visibilidad (puedo aceptar que con la situación política actual sean precisas diversas voces a lo largo del estado español como interlocutoras pero es preciso tener discurso y no ser solamente eco de cierto rumor ambiental promovido por corrientes normalizadotas de fantasías poco ortodoxas).
Pero esto es lo que hay, seguimos siendo en la práctica una profesión invisible, sin un rostro que genera confianza y que sabe bien qué hace y cómo lo tiene que hacer. No se fomenta un pensamiento propio ni un debate inter-nosotras para ver los puntos en común y las diferencias, se tiende a estandarizar las maneras y a suscitar clones que permitan asegurar presencias insensibles, profanas (si se me permite) a la necesidad profunda socio-culturalmente existente de honrar a la vida y a quién puede donarla.

No puedo tener otro discurso público y así sin interlocutor, porque la cuestión es suscitar la reflexión, promover nuevas vías, recordar el pasado, mirar al futuro con perspectiva. En mis relaciones personales y directas suscribo que hay profesionales que hacen con gran nivel su trabajo (todo estaría mucho peor en la realidad sino fuese así), con gran capacidad de entrega.
Demuestro en mi práctica clínica que es posible ofrecer a las mujeres algo más que trampas psicológicas para que puedan ser mejor ellas mismas y más conscientes de su cuerpo, después de nuestros encuentros.

Mi discurso quiere evidenciar que corremos riesgos de definición, de validez, de aglutinación, de eficacia,… si seguimos con ciertas políticas maquilladoras de nuestro papel, necesidad y realidad.


Es evidente que estamos delante de un reto, que va a crecer exponencialmente ( en una asistencia sanitaria universal, elevación de las ETS, vida más sedentaria y se cocina cada vez menos, consumo de tóxicos banalizados, deseos más inmediatos, inmigración, tasas de fecundidad en alza, nuevas generaciones: hijos de los primeros en recuperar el parto en casa,..), pues si los obstetras están perdiendo parte de su saber hacer (en la práctica están desestimados los forceps, los pudendos y las cesáreas aumentan) y además amenazan socialmente de que se van a dedicar a la ginecología, la reproducción asistida y van a volver a estar ausentes de las salas de partos, habremos perdido la oportunidad de haber generado un equipo para quien lo precise; podemos perder visión de los límites y abrimos el ascenso a los problemas derivados de la mala praxis o de la falta de ella.

Cuando se habla es inevitable tomar como referencia los ideales, los objetivos para poder saber donde se está y cuales son las vías o las dificultades que existen, no es posible hablar desde otro lugar pues, estamos sometidos al simbólico para poder comunicarnos. Otra cuestión es redefinir los discursos para poder ir más lejos y poder ver las cosas como son.

Inicio del curso. Se espera una excelente progresión para poder superar el nivel pre-establecido y
así poder alcanzar nuevas y acordes metas con y en la realidad.

viernes, septiembre 05, 2008

ESTADISTICAS Y PENSAMIENTOS

Acabo de leer un informe este verano sobre las españolas y la salud reproductiva (MUFACE 211 firmado por M.F.) donde ofrece datos interesantes para plantearse diversas cuestiones sociológicas del tema, aunque no explicita el periodo de recogida de los datos.

Parece que el estudio es una versión castellana de las circunstancias coyunturales de este país, pues parte de que, por ejemplo, si en 1978 se despenalizaron los métodos anticonceptivos y ello determino que en los años sucesivos se hablara de que un tercio de la población femenina los utilizaba. Dice que estudios más recientes aseguran que actualmente son un 80% de mujeres las usuarias (38,8% preservativos, A.orales o similares 20,3%, en tercer lugar los métodos definitivos –mal llamados métodos-) y cuenta que el Ogino solamente es utilizado por 0,5% de parejas. No quisiera contradecir pero según mi parecer, si la encuesta es por las usuarias de un centro de planificación familiar se entiende, porque en la realidad el uso de la “marcha atrás”
–que no de las relaciones reservadas- y el uso del método del Calendario es muchísimo más habitual de lo que parece, cuando hablas en profundidad con mujeres casadas de diferentes edades. (El tema de las solteras es otro rollo, pues deben enmarcarse en adolescentes, adultas entre diversas franjas de edad, y se sabe que siempre las mujeres sin pareja estable tienden a tener más contactos sexuales que las mujeres casadas o con parejas estables).

Además parece que la formación universitaria de las mujeres y su incorporación al mundo laboral da como resultado que el 42,6% de las mujeres españolas entre 22 y 44 años no haya tenido ningún hijo, lo cual es verdaderamente llamativo.
Y sigue diciendo: “El hecho que las mujeres tengan a sus hijos cada vez más tarde complica los partos” (no sé de donde ha sacado ese tema, pues no es la edad propiamente dicha sino el estado de salud y los hábitos de vida lo que van a incidir directamente, pues se supone que la madurez puede ser un grado para favorecer los deseos, las expectativas y asegurar la propia capacidad de autocuidado). Para proseguir incidiendo en qué cómo la tasa de cesáreas esta en aumento (20%) el Ministerio de Sanidad, tomando en cuenta las recomendaciones de la OMS de no rebasar el 15%, aprobó en Octubre pasado la Estrategia de Atención al Parto Normal (aquí en Catalunya se presentó en Febrero) un plan que en la realidad (Agosto ha colapsado, por ejemplo el único Hospital Público con piscina en una sala de partos: Hospital Sta. Catalina de SALT en Girona) no ha ofrecido más soporte que cierta apertura verbal para contrarrestar la tendencia absurda de la analgesia a cualquier precio en la asistencia obstétrica. Este septiembre, el 23 en Madrid, el Observatorio de Salud de la Mujer abre una jornada de debate del tema, he solicitado información pero aún no tengo nada.

En realidad colocar las cosas en su justo lugar, no va a ser tarea fácil, pues los obstetras no quieren problemas jurídicos (en alza), no saben ya hacer extracciones con forceps (desestimados en la clínica), el tema de cierta infertilidad (se habla de una de cada tres parejas precisa ayudas para conseguir una gestación viable, lo que obliga al equipo a asegurar mediante la cirugía el desenlace) y parece que se da un giro en el modo de ejercer la especialidad médica que tiende mayormente a consultas preventivas y ginecológicas, eludiendo el tema obstétrico por el compromiso y las polémicas. Estando así el panorama o las comadronas se replantean qué sentido tiene su trabajo, cómo lo ejercen y cómo podrían mejorarlo y empiezan a plantearse sus propios límites o estamos a punto de ver como va a empezar a aumentar la mortalidad y la morbilidad materno-infantil en este país.

Las cargas asistenciales existentes, el aumento de la fecundidad por la aportación de población de las mujeres inmigrantes (que desean cierto panorama obstétrico, aquí en revisión), la mal entendida idea de que el parto natural es permitir una evolución “en libertad” del proceso (cuando en realidad exige un mayor compromiso clínico y relacional por parte del profesional responsable) dan lugar a una situación más bien caótica en estos momentos en el panorama de la atención procreativa.

Y eso que no hemos analizado que pasa con las mujeres y sus parejas a la llegada del nuevo vástago, qué problemáticas surgen y cómo se resuelve los problemas domésticos, en este país, sobre el cuidado del bebé en el primer año de vida (fundamental para cualquier ser humano) con una baja laboral de 16 semanas para la recuperación de la madre, la instauración y prevalencia de la lactancia materna y la reestructuración familiar.

El tema de las IVG es otro capítulo, pues que sucede cuando de 51.000 en 1996 parece que diez años después andamos sobre 101.000 que son los conocidos (96,9% de casos por peligro para la salud de la mujer), con una sanidad pública que parcialmente, tan sólo cubre el iceberg del problema (por el tema de la objeción de conciencia).
Algo no está bien resuelto, pues la educación afectivo-sexual parece que no cuaja y que se sigue sin potenciar cierto nivel de auto-conocimiento y auto-responsabilidad sobre el tema de la propia fertilidad, además de no incidir, ni indirectamente, en la contención de las cifras de las ETS.

A mí hay otra cuestión que además me preocupa a corto plazo, la banalización del cannabis, que genera cierta actitud psíquica que va a complicar dentro de nada, muchísimo toda la atención procreativa, no por solamente agravar la infertilidad (está comprobado que la agrava en varones) sino porque muchas de estas mujeres están acostumbradas a resoluciones inmediatas de sus tensiones psíquicas que no saben ni quieren contener. Además que muchas de estas y otras mujeres jóvenes no saben cuidarse y de difícil modo podrán hacerse cargo de otro, que es absolutamente dependiente, por que se les añade que no tienen referencias, soportes ni ayudas.

Todos estos son los retos que requieren visión global para su abordaje, porque sin un amplio horizonte, creo que cualquier política estratégica esta condenada al fracaso social pues la realidad es tan diversa que requiere que no solamente existan cambios en el lenguaje sino que ciertos movimientos se sostengan en modificaciones realistas y prácticas: objetivos a corto, medio, largo plazo, situaciones coyunturales y poblaciones, nivel de expectativas, recursos profesionales, limitaciones sociológicas,...

Se necesita pensar.