QUE ÉS LA VIDA SINÓ UN BATEC D'AMOR ( QUE ES LA VIDA SI NO UN LATIDO DE AMOR )

martes, octubre 23, 2007


PRESCRIPCIÓN

Me envuelven contradictorios sentimientos. Hay todo un despliegue en la actualidad de letras y artículos sobre la necesidad de legalizar la posibilidad de la prescripción de enfermería y a lo que a mí me atañe en la partería.
A ver en la realidad sólo se puede prescribir preparados farmacológicos en situaciones de riesgo o de urgencia, es decir cuando no existe margen en relación al devenir temporal por el compromiso vital de la persona que precisa nuestros cuidados y atenciones, por ejemplo en una hemorragia del alumbramiento. Pero no sé porque en la partería, también se desea poder prescribir no en situaciones agudas sino también en consultas. Puedo entender que en servicios de anticoncepción ante los protocolos y planes de cuidados estandarizados el equipo asistencial pierda la jerarquía que supone el número de horas curriculares de su formación en los acuerdos establecidos para el buen funcionamiento del servicio (cuestión que estoy convencida ya se desarrolla de este modo) pero de esto a qué legalmente se demande esa posibilidad me parece que se puede caer en errores simbólicos y prácticos graves.

En nuestra relación terapéutica como comadronas no es obligado “suprimir” las molestias que refieran nuestras usuarias, sean gestantes o no. Nuestro objetivo de salud no es que no se refiera el cuerpo, sino todo lo contrario. Si el deseo viene motivado por mejorar la condición “psicológica” de las mujeres que nos consultan, creo que con la prescripción aún de preparados fito-sanitarios, .... no vamos a resolver nada, pues entre otras cosas ese no es nuestro terreno profesional.

En la realidad para aconsejar un preparado de ácido fólico o la ingesta de hierro orgánico no se precisa ningún amparo legal, pues incluso cualquier persona acude a la farmacia y el facultativo (a veces es el auxiliar de farmacia) aconseja y vende cualquier producto de esas características o peores –antibióticos, ansiolíticos, antiheméticos, laxantes...-

Temo que el reconocimiento que puede ir vinculado a la profesión de la partería acabe siendo mal utilizado para aún más despistar al personal, sea usuario o profesional, de lo que es el campo propio de actuación, las prioridades y las funciones profesionales.